La Mejor Receta de Cookies ¡Irresistibles!

¡Descubre la receta de cookies que te hará olvidar todos tus antojos! ¿Quién puede resistirse a ese placer en forma de galletita?

El sábado, entre catástrofe y catástrofe doméstica (sí, mi gato decidió que era el día perfecto para explorar armarios), conseguí dar con la fórmula secreta.

Perfectas para esa tarde de cháchara con las chicas o para un momento de paz con tu café favorito. ¡Manos a la obra! Te guío en cada paso para que triunfes con estas delicias.

La Mejor Receta de Cookies

Ingredientes necesarios

¿Os habéis parado a pensar alguna vez en lo que se esconde detrás de esas cookies que os hacen llorar de alegría? ¡No busquéis más! Os traigo la lista de tesoro que os va a catapultar a la fama entre amigos y familiares. ¡Preparaos para ser la envidia de las meriendas!

  • 250g de harina de trigo, el esqueleto de nuestras futuras campeonas del sabor.
  • 125g de mantequilla a temperatura ambiente, que se derrite al toque como si fuera amor puro.
  • 150g de azúcar moreno, ese susurro dulce que le da a la cookie ese "no sé qué" que te hace volver una y otra vez.
  • 1 huevo grande, más imprescindible que el móvil en el baño.
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla, porque sin ella, ¿qué sentido tiene todo esto?
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio, el mini trampolín que hace que nuestras cookies sean esponjosas y no unas planchas.
  • 1 pizca de sal, el guiño secreto entre la dulzura que nadie se espera pero todos agradecen.
  • 200g de chips de chocolate o trozos de chocolate, la guinda del pastel, lo que hace que todo merezca la pena, las estrellas de este universo cookie.

Con estos ingredientes, amigos míos, no hay quien nos pare. ¡Manos a la obra que estamos a un batir y hornear de rozar la inmortalidad cookie!

Preparación de las Cookies

¿Quién quiere convertirse en el rey o reina de las cookies? ¡Manos a la obra que esto va a ser pan comido! (Bueno, cookie comido, para ser exactos).

  1. Preparación de la masa: Coge un bol, como si fuera tu mejor amigo, y dale caña a la mantequilla con el azúcar. Batir, batir y batir hasta que quede esponjoso. Luego, el huevo y la vainilla entran en escena, y tú, como director de orquesta, los unes en una sinfonía de sabor.
  2. Ingredientes secos: ¿Y qué me decís de la harina, el bicarbonato y la sal? Tamizarlos es como hacer magia sin varita. ¡Abra cadabra, polvo fino!
  3. Unir mezclas: Con la delicadeza de un cirujano, vamos a combinar los secos con los húmedos. Poco a poco, que no queremos un tsunami de harina en la cocina, ¿verdad?
  4. Agregar chocolate: Ah, el chocolate, ese tesoro marrón que hace que todo merezca la pena. Espárce los chips como si fueran confeti en carnaval y mézclalos con ternura.
  5. Refrigerar: La masa se toma un descanso en el frigorífico. 30 minutos de pausa merecida. Tiempo perfecto para cotillear un poco en las redes, ¿eh?
  6. Hornear: Al horno, que ya está listo a 180ºC. Ponemos las bolitas de masa como si fueran pequeñas islas en un mar de papel vegetal. Dejamos que se cocinen, se expandan, y se pongan guapísimas y doradas.
  7. Cocción: Los 10-12 minutos más largos de tu vida, esperando ese olorcito a gloria. Vigila, que se nos queman y la que montamos es poca.
  8. Enfriar: Tranquilidad y buenos alimentos. Deja que reposen en la bandeja, como quien toma el sol, y luego a la rejilla para que se pongan crujientitas y listas para el mordisco final.

Y ahí las tenéis, vuestras obras maestras. ¿A que no podéis esperar a hincarles el diente? ¡Yo tampoco!

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