Receta de caramelo líquido rápida y fácil

Si eres de esas personas a las que les gusta a cocina y de vez en cuando hacer algún postre, seguro que en más de una ocasión habrás preparado caramelo líquido. Si no es así, te invitamos a seguir leyendo porque queremos compartir contigo una original receta de caramelo líquido.

Hacer el caramelo líquido en casa nos beneficiará porque solamente incluiremos un único ingrediente, nada de conservantes ni otros aditivos que suelen tener los caramelos líquidos industriales.

La forma que os vamos a enseñar es muy sencilla y te resultará mucho más barata que si decides comprar este producto en el supermercado.

Los ingredientes que lleva este caramelo casero que vamos a enseñarte a hacer son solo dos. Para conseguir 250 mililitros de caramelo líquido necesitaremos 250 mililitros de agua y 200 gramos de azúcar, aunque también echaremos unas gotas de limón para que el caramelo quede más líquido.

Modo de elaboración

Lo primero que debemos hacer es calentar el agua en un cazo y mientras se calienta, pondremos otro cazo o sartén antiadherente echaremos el azúcar y lo calentaremos a fuego medio junto a las gotas de limón. Para el azúcar es mejor un cazo o sartén de calidad, que reparta el calor de forma uniforme.

En el momento que comience a formarse el caramelo añadiremos el agua hirviendo, pero muy poco a poco y tenemos que removerlo todo con una lengua de cocina.

Seguiremos manteniendo el nivel de fuego y mezclándolo todo hasta que veamos que se ha creado una mezcla homogénea. En este momento lo dejaremos enfriar.

Es recomendable que vigilemos todo el proceso para evitar que el caramelo pudiera llegar a quemarse, el color se tornaría negro y el sabor muy amargo, estropeándolo por completo.

Si nos ha quedado demasiado espeso, lo que podemos hacer es volver a ponerlo al fuego y añadir agua hirviendo poco a poco para no pasarnos. Si es demasiado líquido lo calentaremos de nuevo hasta que espese.

Una vez hecho, podemos verter el caramelo en un envase y conservarlo durante una o dos semanas en el frigorífico, con lo que podremos preparar o acompañar muchos postres o meriendas como helados, tartas, flanes, unas deliciosas tortitas o incluso echar un chorro al café en lugar de ponerle azúcar.

Consejos

Hay que tener en cuenta que debemos extremar las precauciones porque el azúcar puede alcanzar los 200 grados de temperatura, haciendo que su quemadura pueda convertirse en algo terriblemente doloroso.

Por eso debemos extremar las precauciones a la hora de prepararlo, como por ejemplo usar manoplas, utilizar utensilios con mango aislante y jamás probar el caramelo hasta que no se enfríe.

Para finalizar, si nos ha quedado caramelo adherido al cazo o a la sartén y necesitamos retirarlo, lo mejor que podemos hacer echar agua y calentarla hasta que hierva. El calor del agua hará que el azúcar incrustado se separe fácilmente con frotar un poco con una esponja y jabón.