Galletas de Navidad

Hacer galletas no solo puede proporcionar una buena alternativa para el desayuno o la merienda sino también una estupenda actividad para hacer con los más peques de la casa.

Por ello queremos enseñarte cómo hacer galletas de Navidad muy fáciles, para que las hagas en temporada o en cualquier momento del año porque están realmente deliciosas y seguro que no podrás resistirte a comer solamente una.

Aunque la tradición de hacer galletas durante la temporada de Navidad es más anglosajona que española, nunca está de más combinar nuestras tradiciones como los polvorones, mantecados, turrones o mazapán con esta propuesta tan original.

Para su elaboración necesitaremos estos ingredientes:

  • 225 gramos de mantequilla sin sal (en pomada)
  • 225 gramos de azúcar blanco.
  • 350 gramos de harina.
  • 2 cucharadas de polvo de hornear.
  • Un huevo.
  • Una cucharadita de esencia de vainilla
  • Azúcar de colores para decorar.

En caso de que no se tenga esencia de vainilla se puede usar azúcar avainillado, aunque habría que incorporar más, dado que el sabor no es tan intenso.

Por otro lado, el azúcar de colores podemos encontrarlo fácilmente en grandes superficies en los lineales donde esté el chocolate molido, blondas, fundas para cupcakes y decoración de pasteles.

Forma de elaboración

Antes de comenzar, precalentaremos el horno a 180 grados para que podamos meter las galletas cuando hayamos acabado de prepararlas. El siguiente paso será tamizar la harina junto al polvo de hornear para evitar que pueda formarse algún grumo y nos resultará más fácil trabajar bien toda la mezcla. Una vez hecho la reservaremos.

En un bol pondremos la mantequilla en pomada (a temperatura ambiente) junto al azúcar y lo batiremos con una batidora con varillas. Incorporaremos el huevo y batiremos, una vez estén ligados todos los ingredientes incorporaremos el extracto o esencia de vainilla hasta conseguir que todo se mezcle correctamente.

Añadimos la harina poco a poco e iremos mezclando para conseguir que se ligue y cuando esté bien compacta la envolvemos en un papel film y dejaremos reposar durante unos minutos.

Sobre una superficie lisa espolvorearemos harina y ponemos la masa, la cual debemos estirar con la ayuda de un rodillo y dejarla con un grosor máximo de 10 milímetros. Si las dejamos muy finas se romperán y si son gruesas no se harán correctamente en el horno.

Una vez extendida la masa usaremos los moldes de galletas para hacerlas de la forma que queramos. Sobre una bandeja de horno colocaremos papel sulfurizado, pondremos las galletas con cierta separación y azúcar de colores sobre cada una de ellas. Las hornearemos entre 6 y 8 minutos.

En este caso, serán suficientes 6 minutos si queremos que nos queden más claras y 8 si queremos que queden un poco doradas. Dejaremos enfriar las galletas en la bandeja del horno hasta que se puedan retirar, de lo contrario seguramente se partirán.

Por tanto, sacaremos la bandeja y dejaremos que las galletas adquieran temperatura ambiente. Después solo hay que pasar una espátula por debajo y despegarlas del papel sulfurizado. Ya estarán listas para comer.

Si nos sobran galletas y vemos que han quedado un poco duras, puedes reutilizarlas elaborando una deliciosa tarta de galletas.